Se trata de un tipo de cerramiento de marcado estilo industrial pero que se adapta perfectamente a cualquier estilo decorativo y que seguro que ya has visto en más de una ocasión en blogs y revistas del sector.

LUZ
Si quieres separar espacios realizando un cerramiento interior y deseas que la estancia «separada» aún así sea luminosa, no lo dudes, una pared de cristal es la solución. La luz natural inundará ese espacio a pesar de ser una estancia totalmente distinta y separada del resto.

ESPACIO
Si los metros escasean, separar estancias con cerramientos de cristal te permitirá ampliar visualmente el espacio creando un espacio diáfano en el que las estancias siguen estando conectadas entre si a pesar de ser espacios diferentes delimitados como tal. DIFERENTES USOS
No sólo se utilizan para separar espacios creando muros, este tipo de cerramiento también se puede utilizar como puerta ya sea corredera, abatible o plegable, como ventanas (imagínate una casa con techos altos y grandes ventanales) o quizá como medio muro para ganar luz bien sea en recibidores, comedores o cocinas.

ACABADOS
Tanto si te gusta un espacio con carácter como si te gustan los espacios más sobrios, este tipo de cerramiento se adapta perfectamente utilizando un tipo de acabado u otro. Puedes optar por dejar el perfil en bruto para un diseño más industrial, pintarlo en color blanco para restar dureza o quizá pintarlo de otro color para darle un plus de protagonismo.

INTIMIDAD
Puedes usar cristal transparente en los cuarterones si no te importa que se vea el interior o cristal tratado mate para ganar intimidad si deseas difuminar el interior de la estancia sin restar luminosidad.